domingo, 23 de febrero de 2014

Cerro y Laguna Torre - Chalten


Después de escuchar fuertes vientos toda la noche nos despertamos con un día nublado. Desde la ventana del Hotel vimos que en los techos aledaños se cubrían parcialmente de nieve. Bajamos a desayunar con la intención de hacer nuestra última caminata. Aquella que nos lleva al pie del cerro Torre y donde se puede ver el glaciar y la laguna que lleva el mismo nombre. 
Nos hicimos la idea que iba hacer difícil poder ver el Fitz Roy por última vez pero el conserje del Hotel nos informo de posibles nevadas.







Cerca de las 10 de la mañana salimos caminando en sentido Sur, hacia el inicio del sendero que nos lleva por el lado del cordón montañoso. Al final de la segunda calle principal, sobre un desnivel importante se ve el cartel que indica la entrada del sendero. 






La caminata es por suelo de origen glaciario con poco desnivel. A nuestra izquierda nos acompaña el rio Fitz Roy (allá abajo) y podemos ver al frente, sobre las montañas una cascada (después nos enteramos su nombre: Margarita).
Al continuar se intercambia la meseta con el bosque. A la izquierda se encuentra el primer mirador. Nos muestra el nombre y las alturas de los picos que vemos. A este momento el viento se había convertido en una lluvia fina. Una pareja de extranjero nos saca las fotos. No hay muchos caminantes en este sendero. 








Pasamos serpenteando pequeños ríos con pequeñas cascadas, llegamos a una laguna bordeada por el bosque nevado. En sus aguas quietas se refleja como un espejo su alrededores. Nos damos unos segundos de descanso. Tomamos varias fotos. Se siente un silencio indescriptible.





Al llegar a una gran meseta, la lluvia fina pasa a la nieve, y por ende los senderos se empiezan a cubrir. Nuevamente un gran silencio. Después de un largo rato el camino se divide en dos: uno, a la izquierda nos lleva al pie del Cerro torre (el que nosotros pretendíamos) y el otro a la derecha nos lleva a dos lagunas, La madre y la hija. Ingresamos a pocos metros al último bosque, mucho más frondoso y con arboles más altos que los anteriores. Se empieza a escuchar cada vez más cerca el sonido de un rio que intuimos procede de la laguna. Nos empieza a preocupar la nieve que cada vez es más fuerte. 







Al continuar caminando por varios minutos paramos frente de un cartel que nos indica la proximidad del campamento que se encuentra cerca del glaciar. Nos tomamos el segundo momento para descansar y pensar.





Al ver que la nevada no nos daba tregua decidimos volver pensado haber tenido una gran aventura. El pasaje y las sensaciones son indescriptibles. Volvemos caminando lento tomando más fotos. Hasta la próxima Chalten, nos volveremos a ver.

Duración: 2 horas y media (ida).
Dificultad: Media.
Desnivel: 400 metros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario