El cerro Ventana declarado Monumento Natural (de 1134 metros de altura) es la zona central del Sistema de Sierras de Ventania donde se ubica el Parque Provincial Ernesto Tornquist. Está a 100 km. de Bahía Blanca y a 22 de la Villa con homónimo nombre.
Al Hueco de la Ventana se accede por la parte trasera siguiendo 10 estaciones con diferente grado de dificultad. Una vez inscritos en la oficina de la O.P.D.S. (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) y pagada la entrada al Parque estamos listos para comenzar el ascenso. Nos informan que se necesita un esfuerzo moderado y que se permite subir hasta las 15.00 hs. Dependiendo de nuestro estado significa un hora y media o dos. Son fundamentales calzado cómodo, gorra, anteojos de sol, una botella de agua...y una cámara fotográfica. Al pasar la entrada (tranquera de campo) doblamos a la derecha.
Las dos primeras estaciones son duras. Una subida de 50 grados salteando piedras y raíces de árboles. Dan ganas de no continuar. Al pasar el cartel pintado en amarillo se visualiza una especie de planicie de unos 500 metros y a lo lejos el cartel 3. Este es un buen momento para darse vuelta y visualizar el paisaje. El quiebre de la caminata comienza en el punto 5, se transforma en un ascenso lento y dificultoso entre piedras hasta llegar al 7 donde no nos queda otra opción que trepar. Podemos ver la ruta 76 y los autos parecen hormigas. Comienza a crecer la necesidad de detenerse, tomar un respiro y un poco de agua (darnos unos minutos de descanso).
Ya en el punto 8 caminamos al filo de la parte trasera del Cerro. La vista es indescriptible, podemos ver que se pierde el horizonte fundido en la llanura, y como una mancha de agua un pequeño lago. Nos cruzamos con los que regresan y nos alientan para seguir. Ya en el punto 9 nos ilusionamos con estar cerca, pero entramos en la parte más complicada de la subida.
Entre piedras y rocas, arriba a 50 metros, no se ve pero sabemos que está la ventana. Nos señalan el Punto 10, el último de todos y a su lado, una de las obras más maravillosas que ha realizado la naturaleza en esta región: una inentendible ventana que permite apreciar la belleza de toda la comarca con tanta simpleza y magia que nos demuestra que valió la pena subir hasta aquí arriba.
