lunes, 29 de septiembre de 2014

Ruinas del Club Hotel



Las ruinas del Club Hotel Sierra de la Ventana se ubican en la localidad de homónimo nombre en el partido de Tornquist (Provincia de Buenos Aires). La entrada al mismo se encuentra pasando el dique.



La tranquera suele estar cerrada con candado. Solo en ciertos horarios se abre al paso de los vehículos, es una excursión organizada por la casilla de turismo que se encuentra ubicada en la entrada al pueblo. A pesar de ello, el público, en general, suele esperar ese momento o bien cruzar saltando la tranquera, desde allí hay que recorrer 5 kilometros para llegar al Hotel.
Este (hoy en ruinas) fue declarado en 1999 Monumento Histórico por la Municipalidad de Tornsquit.


Un poco de historia…

Fue ideado en 1900 por Manuel Lainez, rescatando la idea del Dr. Félix Muñoz, quien quería realizar en la zona un importante centro de salud. La construcción se llevó a cabo por la Compañía Británica del Ferrocarril del Sud y concebida por los arquitectos Gastón Luis Mallet y Jacques Dunant (los mismos que dibujaron el Edificio Nabal Argentina, cito en Av. Córdoba y Florida, CABA; Hotel Casino Carrasco y el Teatro Municipal de Bahía Blanca). 

El Hotel fue inaugurado en 1911 ante 1300 invitados, fue el primer Ccomplejo Hotelero en Sudamérica y uno de los primeros casinos en la Argentina. Contaba con una superficie de 6500 m2, galería solárium, restaurante decorado al estilo Luis XVI, Jardín de Invierno, Salón de Fiestas, 3 salas de Casino, 2 peluquerías y una torre mirador. Además, una sala de música, una biblioteca y canchas de golf y de tenis. 


Los ecos de los distintos vaivenes políticos y económicos hicieron que la administración del Complejo pasara a distintas manos. Desde un complejo Hotel, a ser adquirido por la provincia para hacer una colonia de vacaciones, pasando por ser anfitrión de marinos prisioneros consecuencia de enfrentamientos en el Rio de la Plata en el 1939.

A partir de 1978, el Hotel fue cerrado y abandonado hasta ser devorado en su totalidad por el fuego en 1983.



A más de un siglo de su inauguración hoy yace en el lugar el resplandor de lo que fue o pudo ser.




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