Su nombre verdadero es La Floralis Genérica. Su creador es el Arquitecto Argentino Eduardo Catalano. Según él “es una síntesis de todas las flores y es a la vez una esperanza que renace cada día al abrirse”.
Este particular monumento esta ubicado en la Plaza de las Naciones Unidas a pasos de la Facultad de Derecho, de la Plaza Francia y del Cementerio de la Recoleta. Mide casi 20 metros de alto, pesa 18 toneladas y esta compuesta de seis pétalos plateados construidos con aluminio y acero, montados sobre una estructura cónica que yace en una pileta de 40 metros de radio.
Esta obra abre sus pétalos paulatinamente con los primeros rayos de sol y se cierra mecánicamente al atardecer simulando una flor. Fue donada al Gobierno de la ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 2002.
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